Una aguja y un espejo
El horizonte del centro de Medellín está marcado por algunos edificios singulares, viejos caprichos que se elevan por encima de las fachadas enmascaradas por el comercio. La materialización de cada uno de estos proyectos dependía de voluntades millonarias. De capitales enormes que tenían una ambición y un orgullo que les permitía materializar estos deseos de grandeza.
La aguja está construida sobre el terreno de uno de los teatros más bellos que tenía Colombia, algunos todavía llevan el duelo de ese sacrificio. Los espejos, el espejo, está al borde de la Avenida Oriental y es recordado por el atentado con carro bomba perpetrado por un mafioso que muchos veneran, personas que convirtieron la historia de la mafia en su mitología personal, su verdadero testamento. Adoptaron su ética y su religión. Leer más